GM Autonomy y Hy-Wire

Richard Wagoner, en 2002 el máximo responsable de General Motors, dejó una cosa muy clara cuando presentó en el Salón de Detroit 2002 este automóvil: “Si General Motors pudiese inventar de nuevo el automóvil, lo haría de esta manera.”

El AUTOnomy es mucho más que sólo un tipo de automóvil, es un concepto de vida y libertad. Es, según Wagoner, “el principio de una revolución en la manera de como los automóviles serán diseñados, construidos y utilizados en el futuro.” Todo un desafío, pues.

La primera impresión cuando salió el AUTOnomy de detrás de las cortinas en su presentación en el Salón de Detroit fue de estupor, alguien nos había tomado el pelo. Lo que entró rodeado de ráfagas de luces multicolores era un chasis extremamente bajo con una rueda a cada esquina… y nada más.
Nosotros, los periodistas presentes en este acto, nos quedamos atónitos. Richard Wagoner explicó a los presentes que el AUTOnomy sería el primer automóvil concebido desde su estructura para la nueva tecnología de la pila de combustible y el hidrógeno.

Poco más tarde demostró que este bastidor con sus cuatro anclajes permitiría unirse con casi cualquier tipo de carrocería, o sea, que el chasis sería siempre el mismo y es la carrocería que varia. Que podría ser un cupé de dos plazas, un monovolumen o un gran familiar de seis asientos, un pick-up, o cualquier cosa que aún no lo podemos imaginar.

Esta idea es tan genial que aún cuesta captar todo su contenido. Un parámetro más que salta a la vista es que si un mismo chasis se adapta a cualquier tipo de carrocería, éste puede ser fabricado en grandes cantidades, lo que abarataría enormemente los costes y haría más viable la introducción de las nuevas tecnologías.

Pero el AUTOnomy aún es más: es el primer vehículo que combina pilas de combustible con tecnología por cable, que permite controlar la dirección, el frenado y otros sistemas del vehículo de forma electrónica y no mecánica. Según Larry Burns, vicepresidente de Investigación, Desarrollo y Planificación de General Motors, el resultado es una arquitectura de vehículo completamente nueva, mucho más importante que la suma de todas sus innovadoras partes.
Con AUTOnomy, se podría fabricar una variedad casi infinita de vehículos asequibles de tracción total, a partir de un número limitado de chasis comunes,-  posiblemente dos o tres – que únicamente emitirán agua por el tubo de escape y utilizarían energías renovables.

Dentro del vehículo, el conductor no tiene por qué estar sentado a una distancia cómoda de los pedales, porqué no hay pedales. Una guía de dirección manual remplaza a los pedales tradicionales, el salpicadero y la columna de dirección, imitando de alguna manera el modo de funcionamiento de los aviones, las motocicletas y las motos de nieve. Todo lo que el conductor necesite está incorporado a una guía de dirección ajustable denominada X-Drive. En lugar de la columna de dirección, la guía de dirección podría montarse en un brazo giratorio fijado en el suelo en el centro del vehículo.

Por ejemplo, el conductor podría sentarse en una posición de conducción central cuando conduce solo y cambiar de lugar para acomodar a los pasajeros. Un conductor europeo podría pasar de conducir del lado izquierdo al derecho cuando cruce el Canal para ir de Francia a Inglaterra.

Genial, ¿verdad? General Motors está convencido de que si el automóvil del futuro es así, se aumentan aún más los placeres de conducir, las ganas de comprar un automóvil, y reduce drásticamente los problemas medioambientales. Se prevé, pues, una nueva libertad, y un gran futuro.

Ocho meses después de esta singular y al mismo tiempo espectacular presentación del chasis en el Salón de Detroit en enero de 2002, General Motors presentaba su primer prototipo  sobre esta base, el Hy-Wire, un concept-car que rompió con todo lo conocido al utilizar todos y cada uno de los sistemas que se presentaron con este chasis.