Nuevamente, el suizo Rinspeed, visionario del futuro, presentará en el Salón de Ginebra 2015 un coche-concepto del futuro, adelantandose hacía lo que probablemente llegará: el automóvil autonómo que no precisa conductor. O, como quiere demostrar Rinspeed, se puede elegir entre conducirlo cualquier pasajero de los asientos delanteros, o ponerlo en automático y ver películas...
La visión de la conducción autónoma pronto se convertirá en realidad y cambiará fundamentalmente la interacción del hombre y de los automóviles. Mientras que en los centros de investigación de la industria del automóvil se sigue trabajando febrilmente en las soluciones técnicas, los pensadores progresistas, como la empresa suiza Rinspeed, ya están dando pensamientos concretos de cómo el transporte privado automatizado transformará el coche y la relación hombre-máquina. Además de los cambios conceptuales fundamentales, esto también tendrá que incluir las cuestiones de ética y de la sociedad.
En el pasado, los robots en las fábricas de este mundo simplemente montan los coches para la gente. En el nuevo "Budii" concept car del visionario automovilístico suizo Frank M. Rinderknecht ahora la máquina alcanza literalmente al hombre: si los ocupantes del vehículo eléctrico con autonomía de conducción quieren tener un poco de diversión en un camino rural sinuoso o fuera de carretera, un brazo robótico entregará el volante a cualquier de los dos. La unidad de 7 ejes sensibles es más que simplemente una columna de dirección. En teoría, se hará posible un sinfín de opciones de ajuste: por ejemplo, durante la conducción automatizada en el viaje diario mantiene el volante en el centro con los requisitos de espacio mínimo o sirve como una mesa o un asistente personal. Todo esto es posible gracias a la tecnología única y multi-redundante "dirigir -by-wire " de la empresa germana Paravan.
Para la fábrica de ideas Rinspeed el brazo robótico en el "Budii" es un símbolo y motivo de reflexión al mismo tiempo. El alma mater detrés de Rinspeed, Frank M. Rinderknecht, lo expone de la siguiente manera: "El coche de conducción autónoma exigirá en las próximas dos décadas resolver problemas técnicos y cuestiones jurídicas. No sólo tenemos que redefinir la interacción del hombre y la máquina, sino también hay que plantear preguntas acerca de la responsabilidad, la tolerancia y las expectativas". Según Rinderknecht, la conducción autónoma, sin duda, ofrecerá la oportunidad de hacer de tráfico más en favor del ser humano y reducir el número de accidentes en todo el mundo. "Pero incluso la mejor tecnología no será perfecto, aunque menos propenso a errores que los humanos. Eso es algo que tendremos que aceptar". "No debemos desarrollar un ciego, sino más bien un fideicomiso saludable en las nuevas capacidades del hardware y el software. "
más detalles en nuestra página en inglés.
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Rinspeed Budii
por
V. Christian Manz
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