Fuentes americanos nos revelan que tras la entrega de las primeras 239 unidades del Fisker Karma (unas 50 de ellas entregadas a potenciales clientes y las demás a distribuidores), el fabricante fines Valmet, responsable del ensamblaje de los Fisker, detectó que probablemente unas abrazaderas del sistema de refrigeración de sus baterías hubiesen sido instaladas de manera impropia. A pesar de que nadie había reclamado nada, Fisker hizo lo más correcto, mandar estos automóviles a revisión y cambiarles todo el sistema de baterías. La empresa podía realizar todo este trabajo en menos de dos semanas, y dejar los automóviles otra vez en pleno funcionamiento. La reacción del fabricante fue rápida y sumamente eficiente, lo que dar una total seguridad a cualquier cliente de estos automóviles.
Henrik Fisker, el presidente de la compañía, dijo: Siempre reaccionaremos rápidos para garantizar la total seguridad y calidad de nuestros automóviles. Decidimos que el reemplazo del completo pack de baterías en cada unidad fuese el acercamiento correcto hacía todos nuestros clientes.
Como era de esperar de inmediato se alzaron voces en contra de los vehículos eléctricos e híbridos remarcando que hay peligros y que la tecnología aún esta insegura; todo ello sin ningún tipo de fundamento. Las voces en contra de la nueva cultura de la movilidad lógicamente buscan cualquier pretexto para poder frenar los grandes éxitos que están teniendo estos automóviles, cuya presencia durante años va a ser marginal, tal como lo fue en su momento el Toyota Prius. De hecho las cifras de ventas de 2011 – el primer año completo en que se haya vendido coches eléctricos – nos indica que el éxito de las ventas es mayor que el primer año de venta de los Toyota y Honda híbridos, cuya venta hoy día no para de subir.
Otro de los temas polémicos de los vehículos ecológicos fue el incendio de un Chevrolet Volt tras realizar las exigentes pruebas de choques de la NHTSA (National Traffic Highway Safety Administration), que sirvió a los detractores de alzar el grito al cielo por algo que no ha pasado, o por lo menos no como ha sido relatado por algunas fuentes. Fuentes completamente fiables de los Estados Unidos confirman que la NHTSA realizó pruebas de choques frontales y laterales con tres unidades del Volt, dejando cada una de ellas en un estado de siniestro total – tan fuertes fueron los choques – dando al automóvil las cinco estrellas máximas por su elevada seguridad, porque la protección de los ocupantes fue de lo mejor. Tras estas pruebas, los automóviles destruidos fueron depositados en un garaje, uno de ellos boca abajo y los otros de posición normal, para decidir qué hacer con ellos. Tras una semana de abandono, el coche que estaba boca abajo produjo un incendio en el garaje. Y solo este coche se incendió.
Algunos meses antes de estas pruebas de choque otra compañía, el Instituto de los Aseguradores de la Seguridad en las Autopistas había comprado tres Chevrolet Volt para realizar sus propias pruebas, choques frontales, frontal-lateral, vuelcos, etc. – dejándolo de siniestro total. En ninguno de ellos el departamento de las baterías fue dañado a pesar de lo fuerte de los choques. Ninguno de ellos ya podía moverse por si sólo, y ninguno de ellos se incendió. Y los tres, y esto es un dato importante, llevaron las baterías cargadas a tope. A raíz de ello, la NHTSA tomó las baterías intactas de los Volt siniestrados y realizó pruebas dañándolas. No pasó nada, aún tras rotar una de ellas a 180 grados y dejarla boca abajo. No pudiendo dar una explicación válida por el incendio que causó aquel vehículo, se repitieron las pruebas con otras baterías dañándolas al máximo, rompiendo su línea de refrigeración. Además se realizó una rotación de 180 grados. En el primero no pasó absolutamente nada, el segundo aumentó ligeramente la temperatura, y la tercera batería, la peor tratada, quedó tirada algunas horas para después ponerla boca abajo… emitió algo de vapor por pequeños cortocircuitos en su interior. No había fuego.
¡La NHTSA reconoció públicamente el inmenso potencial de los coches eléctricos e híbridos, y su elevadísima seguridad!
A la espera de más datos detallados, nos confirman que en los Estados Unidos se han vendidos en 2011 unos 17.000 vehículos eléctricos y enchufables, 9.674 Nissan Leaf y 7.671 Chevrolet Volt; lo que deja claro que las malas lenguas no consiguen parar la introducción de estos vehículos no-contaminantes en los mercados. En un año se han vendido más unidades que el total que se habían vendidas a finales de los años noventa con el Clean Air Act californiano, que se creó para introducir masivamente los vehículos eléctricos, iniciativa que meses después fue parada por el gobierno de George Bush.
