DENZA, el nuevo coche eléctrico chino

La unión hace la fuerza.

La unión entre el fabricante chino ByD y el fabricante alemán Daimler (Mercedes-Benz) ha dado su fruto en China: la nueva marca Denza, exclusivamente creada para ofrecer automóviles eléctricos, acaba de presentar su primer coche concepto en el salón de Pekín.

Desde la unión en 2010 de los dos fabricantes para crear esta nueva marca china se ha trabajado mucho, y como confirman altos responsables de Daimler, los primeros prototipos de estos automóviles puramente eléctricos ya están circulando de prueba. En Shenzhen, la central de la nueva marca, trabajan más de 200 ingenieros y especialistas; los chinos de ByD aportan sus grandes conocimientos en la tecnología de baterías y de la tracción eléctrica, mientras que los alemanes de Daimler aportan sobre todo su gran knowhow (de más de 125 años) de la estructura de los automóviles, su seguridad y su calidad; un buen conjunto para crear unos automóviles fiables para la nueva era que se avecina.

El coche concepto ahora presentado en el salón de Pekín, totalmente eléctrico, fue desarrollado enteramente en China para fabricarlo y venderlo en el mercado nacional. “Queremos llegar a clientes convencidos que las más modernas tecnologías y conceptos extraordinarios son compatibles para crear una perfecta solución de movilidad, sin reducir en seguridad y confort… acercándose a un lifestyle moderno y verde”, dijo Arno Roehringer, director de operaciones de BDNT. “Nosotros no sólo fabricamos los automóviles Denza para la gente de hoy, sino también como inspiración para las futuras generaciones.”

“Hemos transmitido elementos tradicionales chino hacia una nueva generación, concentrándonos en un diseño ergonómico e innovaciones futuristas”, dice el director ejecutivo de la empresa,  Lian Yubo. 

Según los expertos en China hay un enorme potencial para los vehículos eléctricos. China espera un mercado que crecerá desde los actuales 10.000 coches eléctricos ya circulando hacía las cinco millones de unidades hasta 2020. Hay varios factores que avalan esta premonición: la creciente clase media, el crecimiento de las ciudades, clientes muy afines a la innovación y sobre todo el apoyo del gobierno chino, que pretende reducir su dependencia del petróleo.