La furgoneta electrica Hawa de 1923 da sus primeros pasos

Tras invertir muchas horas en la restauración de esta furgoneta eléctrica de los años 20, este vehículo Hawa EM3 ha salido para realizar su primera prueba de funcionamiento en carretera. Y todo ha salido bien. Tras unos ligeros ajustes el coche empezó a moverse, de forma lenta, pero con ganas. Pero pasó lo mismo que con el primer autobús eléctrico español en 1899, el De la Cuadra, que ya en las primeras subidas se quedó parado. Aun así, los expertos son optimistas y felices de poder haber dado los primeros pasos y poder demostrar que la complicado restauración va por el buen camino.

Como confirman sus restauradores, no es nada fácil arreglar un coche eléctrico antiguo y de tales características, ya que hay muchos componentes que hay que adaptarlos a que funcione todo el conjunto nuevamente.

En mayo de este año se prevé entregar el vehículo a su dueño, la compañía eléctrica BS-Energy de Braunschweig, y para tal fecha se baraja realizar un trayecto de demostración que ya realizaba este vehículo en los años veinte, según unos documentos encontrados recientemente: pasar por algunas localidades en dirección de Hannover, su lugar de producción.

El Hawa lleva con orgullo su emblema en su frontal, una chapa cuya reconstrucción ha sido fabricada en la India, una pieza característica sin la cual el vehículo estaba incompleto.

La Hannoversche Waggonfabrik ubicado en Hannover (Alemania) no era muy conocido como fabricante de automóviles ya su negocio principal fueron los vagones para tranvías y carrocerías especiales. Entre 1923 y 1925 produjo un centenar de unidades de un microcoche eléctrico, de unos 2,42 metros de largo, en las versiones sedán cerrado con una sola puerta, descapotable con capota y furgoneta de reparto.

Se caracterizaba por su único faro delantero, sus anchas aletas con un morro/frontal más bien delgado, y una carrocería sumamente ligera hecha de contrachapado de madera con revestimiento de chapa fina. Ruedas estrechas, ejes rígidos y ballestas cuartielípticas no garantizaron gran confort.

Su tracción se realizó mediante un pequeño motor de cuatro polos y una escasa potencia de 1 CV, transmitiendo la potencia a la rueda trasera izquierda mediante cadena. El controlador contaba con tres niveles de velocidad y un interruptor de corriente, pisado mediante un pedal.

Esta furgoneta es el segundo Hawa rescatado, de la poca producción que había, ya que hace algunos años se encontró un modelo versión abierto en Australia, un modelo que fue llevado a Alemania para su restauración.

Fotos: Michael Vollmer / Horst-Dieter Görg