El tercer Salón del Vehículo y Combustible Alternativo de Valladolid ha dejado más preguntas que respuestas, pero ha demostrado que la electromovilidad continúa.
El tercer Salón del Vehículo y Combustible Alternativo de Valladolid, que tuvo lugar del 6 al 8 de octubre, ha dejado más preguntas que respuestas; ha dejado claro que no sabemos hacia dónde vamos, pero ha demostrado que hay un grupo fiel de personas que continúan con entusiasmo para mejorar el medio ambiente, a parte de las empresas grandes que aportan tecnologías puntas desde sus plantas de producciones y departamentos técnicos de otros países. De nuestro país viene el genio y la genialidad, el aguante y el donquijotismo, el intento y el esfuerzo para cambiar costumbres, que no es nada fácil.
Las impresiones han sido muchas. Nuevos productos desde Francia y China, muchas empresas, grandes y pequeñas, involucradas en ofrecer la infraestructura adecuada para las recargas… y, mucho interés en conducir los vehículos eléctricos ya en el mercado o a punto de llegar. Cabe destacar que el público, en su mayoría joven y entusiasta, hacía cola para poder dar una vuelta con el Nissan Leaf, el Mercedes-Benz Clase B Fuel Cell (con pila de combustible) o el Citroën C-Zero, todos ellos totalmente eléctricos. Y mucha charla y preguntas, que no siempre recibieron una respuesta contundente.
Todavía hay mucho incognito a cómo manejar esta nueva cultura de la movilidad, cuanto aguantan las baterías, cuando bajan los precios de los coches eléctricos, y, sobre todo, de que manera se puede vencer el miedo hacia la electricidad y de quedarse con el vehículo sin energía en cualquier carretera… ¿Qué puedo hacer cuando esto ocurre?
El tema de las baterías no está aún resuelto. En los coches pequeños, más bien de ocio, los cuadriciclos y los vehículos que no precisan carnet, se prefiere la sempereterna batería de plomo, es más barata y mucho más fácil de conseguir y montar. Las modernas baterías de litio-ion aún no han demostrado con toda claridad su vida útil, sobre todo dependiendo del uso y manejo, y quedan bastantes incógnitas por resolver. Los expertos opinan que no se deberían constantemente recargar en postes de recargas rápidas, consideradas a lo largo del uso como “matones” para las baterías; siempre es preferible una recarga lenta y casera, o en los garajes comunitarios. Se recomienda enchufar siempre después del uso del vehículo y no esperar hasta que se queda sin energía: o sea, no hay que descargar para recargar, las recargas parciales y constantes son más recomendables. También se advierte, pero no con la misma insistencia como en el extranjero, que se recomienda una instalación casera especial para la recarga del coche eléctrico. El enchufe doméstico tiene que está bien preparado y aislado, ¡no vale una prolonga casera para enchufar el automóvil en el enchufe normalito de la cocina! Las compañías eléctricas ofrecen este servicio y la instalación, y también son ellas que comprueban si esta todo preparado para el suministro. Se sigue diciendo que una recarga completa de un automóvil durante la noche no cuesta más de un Euro… bien para entre 100 a 180 kilómetros.
En los vehículos mismos hay mucha diferencia en calidades y precios. Hay empresas nuevas que quieren ofrecer casi un centenar de vehículos diversos, algunos geniales con muchos componentes europeos, otros directamente importados desde China con todas las consecuencias. China es un país muy de contraste, los chinos están muy avanzados tecnológicamente, pero al mismo tiempo ofrecen productos de tan bajo nivel que asustan. Hay que entender, saber buscar, y quien se atreve con realizar negocios, saber y exigir. No todo vale.
Desde prestigeelectriccar un enhorabuena a los responsables del salón, que lo mantienen a pesar de las dudas y del no-crecimiento de empresas participantes. No queda tampoco claro el futuro que tendrá este salón... ¡pero Valladolid es mucho Valladolid!
Pie de foto: el pequeño Little4 eléctrico se produce en Galicia y en Portugal, principalmente para mercados extranjeros...
