Se suele decir que los vehículos eléctricos desaparecieron en los años treinta por doquier, tras su gran éxito sobre todo en la primera década. No es cierto, los vehículos eléctricos continuaron con su presencia, siempre, año tras año, lo único que pasó que no se hablaba mucho de ellos.
En los años treinta se ofrecieron en Europa un sinfin de modelos de furgonetas y furgones eléctricos sobre todo para su uso en ciudad. Inglaterra contaba con bastantes empresas que ofrecieron modelos muy variopintas, como Electricars, Metrovick, Midland, Wilson, entre muchos otros. Pero también en Alemania empresas como Bergmann, Bleichert, Borgward y la Maschinenfabrik Esslingen ofrecieron desde furgonetas a camiones totalmente eléctricas. En Francia destacaba la gran empresa Sovel y en Italia Stigler y Turrinelli, todos ellos fabricantes con una amplia gama de productos.
Incluido en el campo de los turismos había diferentes ofertas. Bleichert presentó en 1936 un elegante coupé de dos puertas, totalmente eléctrico, que fue utilizado con orgullo por algunos militares. La inglesa Wilson también presentó un modelo elegante, un cupé de cuatro plazas que les dio el sonoro nombre de Belisha Brougham, con morro largo, a pesar de contar con motores eléctricos. Dijeron que era el modelo ideal para la distinguida señora para poder realizar sus compras cómodamente. Alcanzó los 43 km/h con una autonomía de 65 kilómetros.
28 Julio 2018
Vehículos eléctricos de los años 30
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