Creado por el MIT.
No es más que un proyecto universitario, pero puede ser que dentro de pocos años sea algo muy común. Si se está desarrollando tecnologías para crear coches autónomos ¿por qué no otros vehículos autónomos? y además ¡eléctricos!
Un equipo del Laboratorio de Informática y Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT ha desarrollado un scooter de movilidad autónoma que utiliza algoritmos que no sólo permiten a los usuarios sentarse y disfrutar del paseo, sino que podrían aplicarse a través de un espectro de vehículos diferentes.
Pero MIT tiene mayores ambiciones para sus algoritmos que los scooters de movilidad. Los ingenieros ven el desarrollo como un potencial sistema estándar para vehículos autónomos de todo tipo. Esto permitiría a los usuarios intercambiar de un tipo de viaje a otro, como de scooter a carrito de golf a coche dependiendo de que está disponible o más apropiado para cada etapa del viaje.
El equipo dice que los nuevos algoritmos son más prácticos para realizar análisis de fiabilidad del rendimiento del sistema. La configuración hace que sea más fácil verificar si las distintas capas funcionan correctamente, es menos complejo y no hay necesidad de reinventar sistemas para diferentes vehículos. Además, los datos pueden transferirse fácilmente de un vehículo a otro y, debido a que los algoritmos interactúan con el medio ambiente en diferentes vehículos, aprenden y mejoran su rendimiento.
El uso de los mismos algoritmos de control para todo tipo de vehículos - scooters, carritos de golf y coches urbanos - tiene varias ventajas. Uno de ellos es que resulta mucho más práctico realizar análisis confiables del rendimiento general del sistema.
"Si usted tiene un sistema uniforme donde todos los algoritmos son iguales, la complejidad es mucho más baja que si usted tiene un sistema heterogéneo donde cada vehículo hace algo diferente", dice Daniela Rus, Andrew y Erna Viterbi Profesor de Ingeniería Eléctrica y Computadora Ciencia en el MIT y uno de los líderes del proyecto. "Eso es útil para verificar que esta complejidad de múltiples capas es correcta".
Además, con la uniformidad del software, la información que un vehículo adquiere puede transferirse fácilmente a otra. Antes de que el scooter fuera enviado al MIT, por ejemplo, fue probado en Singapur, donde usó mapas que habían sido creados por el carrito de golf autónomo.
Antes de conducir el scooter, se preguntó a los usuarios qué cómo de seguro consideran los vehículos autónomos, en una escala de uno a cinco. Después de sus paseos, se les hizo la misma pregunta. La experiencia con el scooter aumentó el puntaje promedio de seguridad desde los 3,5 a 4,6.
09 Noviembre 2016
Un scooter eléctrico autónomo
por