Con unas cotas de 20 metros de largo, 10 de ancho y ocho de altura este volquete ruso está considerado el mayor vehículo eléctrico del mundo. Puede pesar un total de 810 toneladas. Todo un desafío para los expertos en vehículos eléctricos.
El camión lleva cuatro potentes motores Siemens de 1.200 kW cada uno, combinado con dos grandes motores diesel de 16 cilindros y unos 1.700 kW en total, que suministran constantemente la energía eléctrica necesaria. Con ello el vehículo puede alcanzar los 64 km/h en vacio. Lleva tracción a las cuatro ruedas - un motor eléctrico cerca de cada uno de ellas - y además cuenta con una dirección hidráulica a las cuatro ruedas, lo que le hace más maniobrable. Su destino son las grandes minas de carbón y de hierro en las profundidades de Sibería.
Los ingenieros de Siemens Drive Technologies se enfrentaron a un gran reto: Se les pidió desarrollar una propulsión eléctrica capaz de mover un camión con un peso bruto de hasta 810 toneladas, y asegurar de que este camión fuese capaz de transportar material extraído de las minas de forma rápida y fiable. Además, el factor tiempo era importante, desde la petición del cliente al resultado final solo había un plazo de dos años.