Audi Tradition, la división que cuida los temas históricos de la tradicional marca de los cuatro aros, ha restaurado una autentica joya de la posguerra: una furgoneta DKW, tan conocida en su tiempo también en España, pero con la peculiaridad de llevar un motor eléctrico.
En aquellos años DKW produjo una serie limitada de unas cien unidades de su furgoneta "rápida" en versión eléctrica para suministrarla tanto a compañías eléctricas y fabricantes de baterías como a zonas donde ya se habían prohibido el uso de automóviles con motor de combustión. Como fue y es el caso de la Isla de Wangerooge en el Mar del Norte.
Pues parece ser que solo dos ejemplares han sobrevivido hasta hoy día, y una de estas furgonetas fue expuesta a una concienzuda restauración para actualmente estar como "nueva", y en pleno funcionamiento. Lleva un motor de 5 kW de potencia, y varias baterías de plomo, repartidas entre dos departamentos a cada lado para equilibrar el peso. Tienen un total de 80 voltios y 200 ampérios/hora, bien para garantizar una autonomía de unos 80 kilómetros y una velocidad de crucero de unos 40 km/h.
Agradecemos mucho a los responsables de esta división de Audi de restaurar un modelo tan singular, ya que con ello se refuerza el concepto de los vehículos eléctricos. Además se recalca que ya en el pasado había estos tipos de vehículos con una tracción más acorde con el medio ambiente. De hecho, las primeras furgonetas eléctricas datan de antes de 1900, ya que tras las primeras bicicletas y triciclos eléctricos - más fáciles de realizar - se amplió el mercado de los modelos eléctricos a furgonetas y camiones ligeros, sobre todo de uso en el reparto en las ciudades.