En la gran gama de vehículos que ofrece la marca checa Skoda, en manos del consorcio multinacional Volkswagen Group, también están las bicicletas eléctricas; de hecha Skoda empezó su andadura hace 120 años con bicicletas, asi que sabe lo que hace.
En 1894 el mecánico Vaclav Laurin y el librero Vaclav Klement crearon juntos un pequeño taller para la reparación y producción de bicicletas en Bohemia, región perteneciente al imperio austro-hungaro. Las primeras bicicletas llevaron el nombre comercial de Slavia. En 1899 la gama se amplió por motocicletas y en 1905 la empresa lanzó su primer automóvil. En 1907 se creó la Sociedad Anónima Laurin & Klement, ofreciendo bicicletas, motos, coches, camiones, autobuses, arados, motores de aceite pesado y pronto motores de aviación. En 1925, Laurin & Klement, que desde la Primera Guerra Mundial se ubicaba en el entonces nuevo estados checoslovaco, se unió con el consorcio de armamento y maquinaria Skoda de Pilzen, uniendo las fuerzas.
Pero vamos al grano. Skoda, uno de los mayores fabricantes de automóviles de la actual República Checa, ofrece, entre sus muchos modelos, también una bicicleta eléctrica, la Green E Line, concebido como una Pedelec, o sea, que precisa el pedaleo, pero ofrece una fuerza adicional de, por elegir, entre el 35%, 75%, 150% y 300% de la fuerza ejercida a los pedales. Todo ello a través de un motor eléctrico BionX, integrado en el buje trasero. Este motor aporta una potencia de 250 vatios y permite una autonomía pasando los 100 kilómetros. Por razones de legislación la ayuda sólo se da hasta los 25 km/h.
La batería extraíble se recarga en menos de cuatro horas, y la transmisión lleva la última tecnología de recuperación de energía en las frennadas. Además, la bici pyede transformarse en una bicicleta normal al cambiar completamente la rueda trasera.