Silenciosos y límpíos 1905-1936

A finales de este mes se entregarán las primeras unidades del segundo libro de Volker Christian Manz "Historias del Coche Eléctrico", titulado "Silenciosos y límpios", que abarca el periodo entre 1905 hasta 1936. La sociedad recibía una movilidad sostenible, sin ruidos y sin contaminación, pero cayó rendida - y engañada - ante una movilidad que solo ha producido dependencias, desastres ecológicos, enfermedades y un mal vivir en las ciudades sin apenas aire respirable. Y sí, ha creado algunos super-millionarios, y sobre todo nuevos estados y nuevas guerras por una hegemonía de algo que se agota, el petróleo, el oro negro de los últimos cien años.

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La electricidad contra el agua (vapor) y el petroleo (1905-1936)

La sociedad en aquellos años pudo cambiar el uso de los carruajes con caballo por vehículos eléctricos, limpios y silenciosos. Sin embargo, no tuvo suficientes iniciativas para enfrentarse a los lobbies económicos cada vez mayores, que gracias al petróleo obtuvieron gran parte de sus logros. No escasearon instituciones importantes que preferían el vehículo eléctrico al de gasolina, pero aún faltaba la suficiente sensibilidad y voluntad para cuidar del medio ambiente y de las futuras generaciones. En 1860, el americano George Perkins Marsh publicó Man and Nature, un libro que recogía muchas de las ideas del alemán Alexander von Humboldt, uno de los más respetados científicos y botánicos del siglo XIX: “La tierra está convertiéndose a toda velocidad en un hogar inhabitable para su habitante más noble…”

Esta percepción contrastaba con el pensamiento generalizado de aquellos años, en los que aún existían amplios territorios sin explorar: la naturaleza estaba para servir al hombre y en consecuencia se podían utilizar todos sus recursos, que se creían ilimitados. Marsh había entendido, al igual que Humboldt, que el mundo es una relación entre el hombre y la naturaleza, y ambas partes tienen que colaborar. Las cicatrices que ya en aquel entonces estaba dejando la especie humana en la naturaleza al devastar sus recursos naturales son actualmente un auténtico problema de difícil solución.

El vehículo eléctrico presentaba muchas ventajas. En 1908, el jefe de departamento de los coches-bomberos de Berlín, en busca del modelo ideal para cambiar toda la flota de vehículos contraincendios, realizó exhaustivas pruebas con distintos modelos, tanto con vehículos con motor de gasolina como eléctricos. Finalmente optó por los modelos eléctricos, indestructibles y con un mantenimiento más económico, a pesar de su precio inicial algo elevado. Hasta la Segunda Guerra Mundial se han utilizado los mismos vehículos eléctricos. A la vez, en Berlín circularon cerca de seiscientos taxis eléctricos.

El abandono e incluso desprecio hacia el coche eléctrico que se observa en la actual lectura de los libros sobre la evolución del automóvil no son ni aceptables ni justos, y menos aún las críticas acerca de sus fallos fuera de contexto, ya que realmente el coche de gasolina daba más problemas. No se ha examinado a fondo la importancia que tuvo el vehículo eléctrico durante gran parte del siglo pasado, tanto en el sector privado como en los vehículos de reparto y el transporte público.

Los cuatro libros previstos de V. Christian Manz, de la saga "Historias del Coche Eléctrico" intentan a revelar las auténticas historias de la electromovilidad, informaciones contrastadas y verídicas, dejando, como tiene que ser, un campo abierto para futuras revelaciones, ya que a diario se descubren nuevas verdades sobre el uso del vehículo eléctrico. La historia de este tipo de movilidad siempre ha sido ninguneada, y el coche eléctrico pocas veces aparecía en la prensa del automóvil, más bien se buscaba relevancia en revistas y periódicos de sociedad, entre ellos tabloides de tal relevancia como la revista americana McClure`s (una de las primeras dedicada a lo que hoy llamamos Periodismo de Investigación, entonces “muckraking” - que significa REMOVER en BASURA), Harpers Magazine, Cosmopolitan, Country Life in America, pero también Scientific American Magazine, entre otros muchos más.